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Obstrucción intestinal por brida

La obstrucción intestinal por brida requiere atención urgente. La obstrucción intestinal es una patología en la que existe una causa (intrínseca -del propio intestino- o extrínseca -externa a él-) que condiciona un problema de obstrucción mecánica, es decir, un obstáculo que impide la progresión fisiológica del contenido intestinal. Esta oclusión puede suceder en el intestino delgado o en el intestino grueso. La obstrucción intestinal por brida es la causa más frecuente de oclusión de intestino delgado en pacientes operados, con cirugía abdominal previa, mientras que en pacientes no operados la causa más habitual de obstrucción de intestino delgado es la hernia inguinal complicada (incarcerada o estrangulada). Me gusta comparar el problema, para facilitar su entendimiento, con una tubería cuando se atasca: si no se soluciona el atasco, el contenido se iría acumulando por encima de la obstrucción hasta que la tubería explotara.

Las bridas son cicatrices, pegaduras, adherencias, cordones fibrosos inflamatorios… que se originan en la cavidad abdominal espontáneamente, tras algún proceso infeccioso o lo que es lo más habitual, por la reacción inflamatoria que ocasiona la manipulación intestinal que implica la cirugía abdominal.

La obstrucción intestinal por brida sucedería porque es tracto fibroso ocasiona un anillo extrínseco que comprime el intestino delgado, rodeándolo cirucunferencialmente y estrangulándolo.

Obstrucción intestinal por brida. Se señala el anillo de estrangulación en el intestino delgado y se visualiza el intestino delgado dilatado proximal y el intestino delgado distal de aspecto normal.

La sintomatología que refieren los pacientes con obstrucción intestinal es distensión abdominal, dolor abdominal tipo cólico o tipo de retortijón (que traduce el esfuerzo extra o contracciones de más intensidad que hace el intestino para superar el obstáculo y conseguir que el contenido continúe con su tránsito habitual), náuseas y vómitos y ausencia de emisión de gases y heces.

El diagnóstico, como siempre, se fundamenta en los datos clínicos (sintomatología y exploración física, que suelen ser suficientes en el caso de obstrucción intestinal por hernia inguinal complicada) y se confirma con pruebas de imagen, fundamentalmente radiología simple de abdomen y TC (tomografía computarizada) abdominal.

Radiografía simple de abdomen típica de obstrucción de intestino delgado. Se comprueba dilatación de asas de intestino delgado con ausencia de gas en colon.

El tratamiento siempre implica un tratamiento médico de soporte (dieta oral absoluta, sueroterapia, sonda nasogástrica y analgesia). En algunos casos muy seleccionados se puede, además, utilizar algunos fármacos que reducen la inflamación de la pared intestinal y estimulan el peristaltismo o movimiento intestinal para superar el obstáculo que, junto con el resto de tratamiento capaz de deshacer aquellas bridas que son muy laxas, solucionaría el problema. Sin embargo, en la práctica totalidad de los casos es necesaria la cirugía para seccionar la brida (en los casos en que la causa de la obstrucción es una hernia complicada, se debe operar la hernia de urgencia) . Además, si el problema lleva mucho tiempo de evolución y ha ocasionado una isquemia irreversible, por falta de aporte sanguíneo arterial adecuado, es necesaria la resección intestinal o extirpación del segmento intestinal inviable. Esta cirugía puede realizarse por vía abierta convencional, a veces mediante una pequeña incisión (minilaparotomía) y si la situación clínica del paciente lo permite, por laparoscopia.